sábado, 24 de marzo de 2012

Whitman de camarada


–Camarada Whitman, después de tantos años de literatura juntos, encontrarnos así, en una curva. En esta carretera que va a ningún lugar y viene de ninguna parte... Llevo dos días de viaje con mi amigo al volante haciendo millas sin parar. Recogiendo  vagabundos, desquiciados y delincuentes. Pero, encontrarle a usted ¡quién lo iba a imaginar! Vamos a Denver ¿le viene bien?
-Cualquier sitio es bueno para mí. ¿Y dice que me conoce?
­–Sí, ya sabe, Leaves of grass
-¿Usted escribe?
–Me gustaría, pero no sé sobre qué.
–Amigo mío, mire adelante, ahí tiene todo lo que busca: en la carretera.
Un volantazo de Cassidy  lo sacó del colocón de alucinógenos en que llevaba inmerso desde que iniciaron el viaje en Chicago. Kerouac se desperezó y recogió del suelo el poema que se la había caído: “Song of the open road”.


Eyre Lebasy
19 de marzo de 2012

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